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En una cueva, cercana a Landín, los campesinos improvisaron un altar para que allí, lejos de los
soldados y de los ojos delatores de los aliados del gobierno, el padre Zeferino oficiara misa para las
personas de esos lugares. Se colocaron piedras para formar un altar y otras para que el sacerdote
subiera, quedando más alto, a manera de pulpito; desde allí hablaba a los fieles sobre las escrituras y
seguramente sobre la situación por la que pasaba la Iglesia católica. Cuentan algunas personas que
en ese lugar, como si las hubiesen labrado en la roca, se quedaron marcadas las huellas de este
sacerdote [10], lo que para muchos significó estar ante un milagro, producto de la piedad y
devoción del padre Zeferino.
A pesar de que los registros parroquiales, la crónica de la tercera orden y las leyendas coinciden
en que este presbítero celebró en casas del pueblo y en otras comunidades, así como en cuevas,
también hay registro de que durante 1928 y 1929, en plena persecución religiosa, seguía
reuniéndose con los miembros de la tercera orden franciscana, en la sacristía del templo, inclusive
se hicieron tomas de hábito [11], lo que nos permite observar la relativa libertad de que gozaban los
católicos en Neutla.
Cuando entre mayo y junio de 1929 las autoridades eclesiásticas pidieron a todos los sacerdotes
que se registraran ante la Secretaría de Gobernación (vislumbrándose con esto el fin de la Guerra
cristera), dando aviso de su nacionalidad, domicilio y obispado en el que servían Zeferino Gutiérrez
informó que era de nacionalidad mexicana con domicilio en la calle Allende # 48 y que servía en el
arzobispado de Michoacán en la vicaría fija de Santiago Apóstol en Neutla [12].
En junio de 1929 el Episcopado mexicano y el gobierno encabezado por Emilio Portes Gil,
llegaron a los llamados “arreglos” poniendo fin a casi tres años de guerra. Muchos cristeros
recibieron el indulto por parte del gobierno, otros fueron engañados y perseguidos hasta ser
asesinados o encarcelados. En Neutla el sacerdote pudo oficiar de nuevo en el templo de Santiago
Apóstol, que siguió a cargo del padre Zeferino hasta el 31 de mayo de 1931.
Estos son tan sólo algunos de los tantos episodios que marcaron la época de los cristeros en
nuestro municipio, seguramente la memoria de nuestros mayores recordará todavía muchos más
relatos e historias que sobre este asunto acontecieron en Neutla y sus contornos.
NOTAS
[1] Meyer, Jean, La Cristiada. El conflicto entre la Iglesia y el Estado, 1926-1929, vol. II, decimonovena
edición, Siglo Veintiuno Editores, México, 2005, pp. 148-154.
[2] Olivera Sedano, Alicia, Aspectos del conflicto religioso de 1926 a 1929. Sus antecedentes y
consecuencias, Secretaría de Educación Pública, Colección Cien de México, México, 1987, pp. 98 y 99.
[3] Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de México, Fondo Liga Nacional Defensora de
la Libertad Religiosa, Caja 5, Exp. 1, Leg. 17, Inv. 2888.
[4] Dooley, Frank Patrick, Los cristeros, Calles y el catolicismo mexicano, Secretaría de Educación Pública,
Sepsetentas, México, 1976, pp. 65 y 66.
[5] La Guerra Cristera en Guanajuato, transcripción, prólogo, introducción y notas de Alfonso Sánchez Díaz,
Ediciones la Rana, Colección nuestra cultura, Guanajuato, México, 2005, pp. 48 y 49.
[6] La información sobre los periodos en que estuvieron los sacerdotes en Neutla las he obtenido de los libros
de los hermanos Franco Suaste, Mateo y Ascención, así como de los registros parroquiales. Franco Suaste,
Mateo, Neutla y algo más, edición del autor, México, 2010; y Franco Suaste J. Ascención, El pueblo de
Neutla, su historia, sucesos y leyendas, Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias,
Guanajuato, México, 2003.
[7] Conversaciones con el señor J. Ascención Franco Suaste, Comonfort, Gto., marzo 2018.
[8] Archivo Parroquial de Santiago Apóstol, Neutla, Libro de Matrimonios 1925-1965, consultado en:
https://www.familysearch.org
[9] Archivo Parroquial de Santiago Apóstol, Neutla, “Crónica de la Tercera Orden Franciscana”.
[10] Conversaciones con el señor J. Ascención Franco Suaste, Comonfort, Gto., marzo 2018.
[11] Archivo Parroquial de Santiago Apóstol, Neutla, “Crónica de la Tercera Orden Franciscana”.
[12] Archivo General de la Nación (AGN), Fondo Secretaría de Gobernación, Sección Dirección de
Investigaciones Políticas y Sociales 1920-1952, Caja 2022 C, Exp. 127, Clasificación: 344.2(4.4)-115
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