Page 7 - Boletin-8
P. 7
tamaño de una uva. De ahí se cierne en un harnero realmente fino (de tela mosquitera). Sobra decir
que un buen número de partículas son retenidas en el harnero y desechadas.
A esta tierra le agregan agua y la amasan hasta que gana la
consistencia necesaria para el modelado. Como se habrán
imaginado, el modelado es la parte más interesante y artística del
proceso. Sobre una mesa de concreto previamente tratada Jesús
(o don Aquilino) coloca el barro ya amasado, lo va extendiendo
poco a poco hasta alcanzar el tamaño necesario, cerca de ese
punto levanta la pieza y extiende un polvillo ocre sobre la mesa,
este polvillo sirve como desmoldante, entonces extiende el barro
al tamaño deseado, aproximadamente 50 cm y con increíbles y
certeros movimientos, girando y palmeando el material consigue
un espesor absolutamente uniforme de 2 cm en una
circunferencia casi perfecta. Es el momento de agregar una arcilla
de color rojo encendido al que llamó correctamente almagre. El
almagre, de consistencia mucho más diluida se extiende sobre
toda la pieza, logrando que la superficie antes marrón oscuro,
Amasando la tierra. tome un tono rojizo claro. Este agregado es importante para que
Foto: David Manuel Carracedo N. la superficie que recibe
los alimentos tenga un color anaranjado.
A continuación clava un compás rústico en el centro de la
pieza y recorta un círculo. La tira sobrante tiene un ancho
uniforme, lo que comprueba que el círculo era bastante
perfecto. Con rápidos movimientos redondea el canto del
futuro comal, el cual, pese a quedar escuadrado por el corte
del compás, rápidamente gana un borde semicircular en
toda su circunferencia (Se nota que me fascinó contemplar
el moldeado ¿verdad?). Es el momento de poner a secar la Moldeando la mezcla para formar el
comal.
pieza, la mesa de trabajo está ubicada en un cuarto casi Foto: David Manuel Carracedo Navarro
cerrado en su totalidad, donde las piezas pueden ponerse a
secar sin peligro de que el viento o la lluvia las estropeen. El piso de este cuarto está cubierto de
pared a pared con una gruesa capa de arena mezclada con tierra lama. Sobre esta superficie el
artesano, ayudado de un trozo de madera, traza una forma cóncava perfectamente circular, con
sumo cuidado levanta el futuro comal de la mesa,
colocándoselo sobre ambas manos y lo deposita en la
forma cóncava que acaba de forjar. En este punto las
piezas, blandas y deformables, deben permanecer hasta
cuarenta y ocho horas hasta que adquieren una dureza
que permite manejarlas más fácilmente , este tiempo
depende de las condiciones ambientales, a más calor y
menos humedad el periodo de secado bajo techo puede
Cuarto de secado. reducirse a la mitad. Cuando las piezas adquieren la
Foto: David Manuel Carracedo Navarro dureza requerida se ponen a secar al sol, requisito
7